Cada enfoque está basado en una forma distinta
de mirar la misma realidad.
- Para el psicoanálisis, el elemento central es
el inconsciente. La terapia trata de hacer consciente lo inconsciente
y con ello, descubrir el porqué de las cosas. Ha sido criticado
porque eso supone una búsqueda infinita hacia el pasado,
ya que tras cada descubrimiento, siempre cabe una nueva pregunta
porqué, que aleja a la persona de su vivencia presente y
de su propia responsabilidad.
- El conductismo sólo tiene en cuenta aquello
que es directamente observable: el comportamiento. Utiliza técnicas
científicas basadas en el condicionamiento, con el fin de
modificar la conducta mediante la aplicación sistemática
de estímulos de refuerzo y castigo.
- El cognitivismo pone el acento en los pensamientos
y cogniciones. Considera que la conducta y las emociones son consecuencia
del pensamiento. Utiliza el aprendizaje y la práctica de
técnicas científicas para reestructurar el pensamiento
y eliminar las distorsiones cognitivas, con objeto de producir cambios
en el comportamiento o en el estado emocional del cliente.
- La psicoterapia humanista pone el énfasis en
la conciencia, elemento central de la existencia humana. Considera
que toda persona dispone del potencial necesario para alcanzar un
grado de bienestar razonable que le permita avanzar hacia la maduración
y la autorrealización. El terapeuta potencia que el cliente
adquiera más conciencia de su experiencia interior aquí
y ahora, para que permanezca en contacto con su proceso autorregulador
y desde ahí, pueda asumir la responsabilidad de sí
mismo.
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